Si usted es un importador regular o un exportador de mercancías, sin duda ha trabajado duro para maximizar sus ganancias. Con las recientes dificultades económicas que enfrentan muchas empresas, es aún más importante asegurarse de que usted no se encuentre perdiendo cualquier beneficio que se haya ganado al no manejar sus transacciones financieras de forma efectiva.
El comercio de divisas extranjeras es un aspecto financiero en el que se brinda un enorme esfuerzo para ubicar al mayor mercado financiero en un estado de comercialización activa. En este mercado altamente volátil, el comercio se realiza en pares de divisas y consiste en la compra simultánea y la venta de las divisas que participan activamente en la comercialización del par mencionado con anterioridad.
En Gran Bretaña, la moneda actual que se encuentra en circulación es la libra esterlina. La libra esterlina también se denota como GBP, y funciona igual que el dólar estadounidense, en este particular, 100 peniques equivalen a una libra esterlina. Compitiendo con el euro y el dólar de Estados Unidos, la libra esterlina suele valer más y pueden ser intercambiados con otras divisas internacionales
La reciente caída en el valor de la libra esterlina frente a otras divisas internacionales, como el dólar de Estados Unidos y el euro ha provocado una preocupación generalizada entre las empresas y los hogares de la mayor parte del Reino Unido. Además de los crecientes costos de los bienes importados, los gastos involucrados en viajar al extranjero también han subido su valor. Mientras que los importadores han estado preocupados por el valor decreciente de la libra esterlina, los bienes exportados han acogido la caída de los tipos de cambio, ya que los bienes exportados son ahora más económicos en los mercados extranjeros, favoreciendo así el comercio de exportación.