Huelga y protesta en Gran Bretaña

La huelga del sector público convocada el miércoles pasado en Gran Bretaña ha tenido un desigual seguimiento y no ha conseguido de momento el Gran Paro que se esperaba.

 Una tercera parte de los 2,6 millones de funcionarios han secundado finalmente el paro. El principal sindicato del funcionariado, Unison, elevaba sin embargo a dos millones el número de personas que han participado en la huelga, que ha afectado sobre todo los hospitales y a las escuelas públicas.

Miles de personas participaron en una manifestación en Londres, similar a otras celebradas en ciudades como Birmingham o Manchester.

Los manifestantes marchaban por el centro de la capital aseguraron que la huelga tiene un «éxito destacado». Mientras, sin embargo, el ‘premier’ David Cameron la dijo que fue un»fiasco».

Durante la manifestación londinense, un grupo de manifestantes entró por la fuerza en un edificio de oficinas, situado cerca de la plaza de Picadilly, pese a una fuerte presencia policial. Decenas de agentes de la Policía Metropolitana de Londres han acordonado la zona y algunos han subido a las oficinas para apresar a los manifestantes. Scotland Yard ha efectuado medio centenar de detenciones.

Escuelas cerradas y otros servicios

En la capital muchas escuelas cerraron, aunque el impacto en el resto del país no parece haber sido tan impactante: el 62% de las escuelas echaron el cierre, según el Ministerio de Educación, frente a la predicción inicial del 90%. La huelga afectó especialmente a los centros escolares de Escocia (con cierrees masivos), donde cientos de profesores han encabezado una marcha por el centro de Edimburgo. También juzgados, bibliotecas y oficinas gubernamentales echaron el cierre.

 Los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick han experimentado colas más largas de las habituales, pero sin excesivos problemas.

La huelga del transporte ha sido sin embargo secundada en Irlanda del Norte, donde no circulan ni los trenes ni los autobuses.

Los servicios más afectados han sido los hospitales públicos y sólo se han atendido las emergencias.

Uno de los servicios más afectados ha sido el de ambulancias,  lo que motivó que las autoridades pidieran a la población que solo llamase en caso de peligro de muerte.

Motivos del paro

El paro fue convocado contra los recortes del Gobierno de David Cameron, que prentende eliminar 710.000 trabajadores públicos, retrasar la jubilación a los 67 años y aumentar en un 3% la contribución de los funcionarios a la Seguridad Social.

 Por su parte, el ‘premier’ ha defendido como «razonable y justa» la oferta del Gobierno para los empleados del sector público, al tiempo que tachaba el paro de «dañino e irresponsable».

«La huelga no va a conseguir nada ni va a cambiar nada, salvo debilitar la economía y costarnos puestos de trabajo», advirtió el ministro de Finanazas George Osborne.

«No tengo la disposición de luchar contra nadie», precisó Osborne. «Lo cierto es que el peso de las pensiones del sector público es insostenible, y es algo que tenemos que acometer para hacer frente a las deudas que tenemos. No hacerlo sería una irresponsabilidad. Y creo que es la manera de llegar a un acuerdo es sentándose en la mesa de negociaciones».

Si bien no apoyó directamente el paro, el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, expresó sus simpatías por «las ayudantes de comedores infantiles, enfermeras o profesores que han decidido hacer huelga por la difícil posición en que les ha puesto un Gobierno que no quiere negociar como es debido».

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